La Danza de Fuego


















La danza de fuego

En una noche fría,
El viejo se asomaba, se salía,
No podía perderse de aquel momento,
Era una noche mágica.

Cansado y sin remedio,
Abrió brazos al insomnio,
Escribiendo sueños y delirios,
Excitado prendió los cirios.

La hermosa oscuridad,
Se torno densa y de verdad,
Nunca antes alguien se alegro,
De que no existiera claridad.

Su sueño no menguo,
El triste se alegrò,
De intenso frio el desvariaba,
Ignorando que… su llama ya danzaba.

Fantásticas gaitas,
Deliciosas flautas,
Danzas al compas,
Del fuego fugaz.

El viejo se irguió,
Por su imaginación el se guio,
Cantos misteriosos le dio,
A la magia que el sintió.

En aquella tierra verde,
Donde los robles danzan,
Donde el viajero emprende,
Donde todos sus manos alzan.

Que el nacimiento de un Dragón,
Se alaba igual que a un Dios.
El anciano tocó y bailó,
Pero el amanecer lo sorprendió,
El huevo mágico brillo,
Y el retoño nació.